Al igual que su predecesor, Enigma ofrece cocina muy diversa y compleja. Sin embargo, se centra en los ingredientes y sus gustos intrínsecos más que en técnicas revolucionarias, como las espumas y las esferas que distinguieron a El Bulli. A diferencia de aquel restaurante, Enigma sirve cocteles y bocadillos elaborados.
Enigma, la más reciente creación de Albert Adrià, quiere ser El Bulli del 2017 – Español
Albert Adrià, quien abrió siete restaurantes en ocho años, no necesitaba abrir uno más.
Adrià, de 47 años, ha explorado quizá más que ningún otro chef la intersección entre la cocina española moderna y otras tradiciones. Cinco de sus restaurantes están en el mismo vecindario, lo que crea una especie de parque temático culinario que atrae a unos 100.000 comensales —la mitad, extranjeros— al año.
Sin embargo, el espíritu de El Bulli exigía ser escuchado. Aquel pionero modernista en la lejanía de la Costa Brava de Cataluña cerró en 2011 y dejó tras de sí un legado como uno de los restaurantes con mayor influencia a nivel mundial. Adrià era el repostero de El Bulli, y trabajó ahí durante 23 años junto con su hermano, Ferran Adrià.
Así que Albert Adrià tenía todo lo que necesitaba —la experiencia, la voluntad y la audacia— para retomar El Bulli. El resultado es Enigma, que abrió en enero no como una recreación de El Bulli, sino como un intento de reinventarlo en sus propios términos.
“Este no es El Bulli de 2011”, sentenció Albert Adrià. “Enigma es lo que El Bulli sería en 2017”.
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